martes, 10 de mayo de 2011

Nacer y morir


Morir, dejar de existir, desvanecerse, despedirse…
Morir, dejar de respirar, de moverte, de ver, oler, pensar, sentir, saborear….
Es el final, ese amargo final que le da sentido a nuestras vidas.
La muerte, pues, no es más que un recordatorio de lo poco que dura una vida y de cuanto hay que aprovecharla.
Aunque nos duela, aunque nos rompa el alma, es así, no hay marcha atrás.

Nacer, morir y entremedio una vida, unas vidas. Distintas entre sí, con una meta en común:
Conseguir la felicidad, el sentido y el rumbo del porvenir.

¡Vive, que ya habrá tiempo para morir!  

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