Gravedad

EL mundo gira, por consecuencia nosotros giramos. Es cuestión de la gravedad, nos mantiene unidos. Como el Sol a la Tierra y como esta a a la Luna. Pero, ¿donde esta esa fuerza que nos mantenía? Girábamos juntos, aunque siempre me entraron dudas.
Ahora que todo terminó. Ahora que me siento más fuerte. Es ahora cuando pregunto a gritos:
¿Eras tu la Luna? ¿Lo era yo?
¿Eras tu la Tierra? ¿Lo era yo?

The first photograf of the Earht from the Moon

Siempre hay una primera vez, siempre. Como esta foto, como el hecho de empezar algo, de acabarlo y así poder continuar

Limones

Limones, si ahora toca hablar de limones.

Tengo una obsesión con ellos. Esta claro que a simple vista llaman la atención.
Con ese color, ese brillo que me hipnotiza. Ese aroma, ese sabor tan particular, tan radical, ese sabor que me encanta. Ahora bien, odio a la personas que son como los limones.
En una primera impresión, te sientes atraído hacia ellas. Pero, en cuanto las conoces, en cuanto descubres su interior, te das cuanta de lo agrias que son. Por tanto, detesto a las personas que aparenta ser lo que no son. Aunque  lo cierto es, que siempre habia pensado que mi media naranja sería un limón. Pero, es ahora cuando soy consciente de ello. No tendré, ni quiero tener un medio limón y como las medias naranjas no me convencen...
E ahí, un dilema ¿no?.

 

      Que opinas tú, Mister Lemon
¿Tengo razón?

Pirómana

Pirómana de tempestades, de paraísos de escarcha que se cree ser alguien.

Deshielos de infarto me producen escalofríos. Tirito, de miedo, me asustan, me aterran, mis pensamientos.

Pirómana con creces que se cree reina de reyes de reinos derrotados.
Pirómana con creces ¿Qué se cree? ¿Valiente?

Pirómana de tempestades, de paraísos de escarcha. Hace un segundo te comías al mundo ¡Oh vigorosa y flameante pirómana!

¿Reina de qué? ¿Reina de cenizas tal vez? Cenizas que desaparecen con cada soplo de aire.
Ciclónica, tempestad que vuelve ahora que ya la derrota se ha hecho inminente.

¿Dónde estás pirómana? ¿A dónde vas?
Te creías muy valiente pero, sin embargo en tus ojos puedo ver la derrota.

Rota, tu mirada y tu alma, desgarrada.

Pdt: Por esos días en los que nos creemos capaces de comernos el mundo. Hasta que volvemos a realidad y nos damos cuenta de lo insignificantes que somos.

Reflexiones de cumpleaños

Para ir entrando en materia, el día de cumpleaños, es el día que representa nuestro nacimiento. Ese, que pone de manifiesto que somos un año más viejos. Pero siempre no ha sido así...

En un principio, no sabemos el año, ni el mes, ni el día en que hemos nacido, tampoco es que sea un dato relevante. Simplemente, nos gusta por el hecho de tener una fiesta de cumpleaños. A la cual, acuden nuestros amigos, hay chuches y nos dan regalos.
¿Qué más podríamos pedir?

Pero, poco a poco vamos creciendo. Bueno, para unos un tanto más rápido. Con los años vamos siendo más exigentes y la estupidez nos va absorbiendo el cerebro.

Y sigue así ,hasta que llega un punto en que cumplir años, ya, no gusta tanto. Más que un día de celebración parece un velatorio, donde recordar viejos tiempos, es el tema principal de conversación.

Una vez pasada esa etapa, viene la depresión. Sí, ya sea en menor o mayor grado. El paso de los años, se traduce al número de arrugas que dibujan tu cara. Ya quisieran muchos borrarlas. Otros, no tanto. Y lo dejo ahí.

Luego vienen los años geriátricos. Bajo mi punto de vista, son como una especie de contador donde restamos los días que nos quedan de vida.

Ahora, recordar viejos tiempos viene seguido de lamentaciones.
Vislumbramos todas aquellas cosas que podríamos haber hecho y no hicimos, las oportunidades que nos perdimos. Las decisiones que no tomamos por no jugárnosla, por ir sobre seguro.

¿Y que vemos? Una vida pisoteada por los años y la muerte a tan solo dos pasos.

Como puedes comprobar, esto va llegando a su fin. Cualquiera que lo lea, podría pensar que soy esa viejecita de geriátrico. Pero, la forma en que me expreso y el lenguaje que uso me delata.

Sólo espero, que esto nos haga pensar un poco.
¿Que queremos de nuestra vida?
¿Realmente nos llena lo que hacemos? ¿Las personas que conocemos? ¿Y las que ya forman parte de nuestra vida?
Y lo más importante. ¿Somo felices?

No te voy a negar que, estas preguntas y aquellas que te puedas llegar a plantear, ya sea, al leer esto o lo largo de tu vida, puedan tener infinitas respuestas. Dependiendo siempre, del momento en la cual hayan sido formuladas. Sin embargo y bajo mi punto de vista, no es más importante la respuesta en sí, sino, el camino que has tomado hasta dar con ella.

Así pues, reflexionemos un poco. ¡Que es gratis!

Pdt: Y pensar que todo esto, tuviera cabida en mi mente, tras mantener una conversación con mi padre. Pues hace cinco días, bueno, casi seis que cumplió años.